Otra vuelta de tuerca. Incorporamos el producto físico.

Hoy más que nunca se puede afirmar que la convivencia del libro en papel y el libro electrónico es una realidad. Pero una realidad que suma, nunca resta, y ojalá que los titulares de las noticias venideras sean que las ventas de libros suben año tras año en todos los formatos.

Para los que todavía no estáis al corriente, en Lektu ya estamos trabajando en la incorporación del libro físico al catálogo. ¿Os parece una buena noticia? 

Lektu nació como una plataforma para vender libros electrónicos. Pero ya a los seis meses ampliamos los formatos, no sólo a ebooks, sino a otro tipo de productos como pueden ser mp3 o videos. Entendemos que uno de los problemas de por qué los libros electrónicos no tienen ventas más altas es que no hay una conexión entre el producto físico y el producto digital: se están tratando como dos cosas diferentes.

Lektu se propone ir más allá y lo explicaremos con un ejemplo concreto: si yo como cliente quiero tener el ejemplar físico de un libro y me lo compro en Lektu, es posible que cuando vuelva a la tienda para adquirirlo en digital se me ofrezca un descuento. Y, al revés, si adquiero el producto digital y me ha gustado y quiero comprar el físico, podría tener un descuento en la compra. Será una decisión del autor / editor. Pero, para poder hacerlo, tenemos que ser nosotros, Lektu, los encargados del proceso. No es algo que hayamos inventado nosotros; por ejemplo, la editorial Nosolorol lleva haciendo descuentos cruzados bastante tiempo en su web.

Existen varias motivaciones que nos llevan a incorporar paulatinamente la venta del producto físico:

1. Si los autores / editores así lo deciden, desde Lektu podríamos hacer packs. Vendiendo el producto físico se puede ofrecer a los autores que trabajen con nosotros la posibilidad de que creen una edición en la que se incluya un epub, un mobi y además el libro físico. Lo que el cliente se está comprando es un libro físico que le enviamos a casa, y mientras se produce ese proceso de envío el cliente se puede descargar ya el producto en digital. Esto lo hacen muy pocas plataformas en el mundo. Un ejemplo lo tenemos en los estadounidenses O’Reilly.
2. Lektu es un proveedor de servicios a terceros: a editoriales y a autores. Damos un servicio completo. El mensaje que le lanzamos al editor es que él no se tiene que preocupar de hacer una página web para vender sus productos si no quiere. En la página web de su editorial podrá poner su catálogo, pero de la venta en sí de los productos se encargaría Lektu. Con dos clicks los editores podrán vender en formato físico, en digital o conjunto a todo el mundo.
3. Creemos que los descuentos cruzados pueden ayudar a aumentar las ventas en ambos formatos.
4. El editor podría decidir regalar la copia digital al comprar el producto físico.

Lo que estamos haciendo ahora es probar. De un lado el sistema informático, que de momento está dando resultados satisfactorios, y de otro lado estamos comprobando qué necesidades, qué requerimientos hacen falta, cómo cuadra todo.

La parte informática que hay detrás es realmente compleja. No es nuestra intención que os aburráis con los detalles técnicos, pero gestionar productos de diferentes tipos y múltiples proveedores puede ser una tarea complicada. El pedido tiene que llegar a los editores para que gestionen ellos mismos los envíos, los empaqueten y que todo el proceso quede registrado en la plataforma.

Estamos haciendo ensayos con autores y editores y aprendiendo cuáles son las demandas en base a ellos. Por ejemplo con el autor Cels Piñol, que en un solo día vendió 100 packs de “Fanpiro”, un juego de rol ambientado en el Universo Fanhunter. Los últimos ejemplares se comercializaron a 20 euros en colecciones completas y los envió la librería Gigamesh.  

En el futuro incorporaremos otros productos como Cd’s o Merchandising. No sabemos cuáles serán los límites ni hasta dónde se podrá llegar. El hecho de incorporar el producto físico es dar una vuelta de tuerca para ampliar fronteras, lo que podría incluir convertirse también en una librería y enviar los productos físicos de los editores que lo pidan. 

El proceso es complejo y se desarrollará por fases, aunque si alguna editorial nos escribe interesada le daremos acceso desde el primer momento. El sistema añade poco a poco nuevas funcionalidades, y a día de hoy y con sólo dos clicks el editor tiene a su alcance esta opción. Y para el otoño todo el sistema estará implantado.

Con el post de hoy queremos llamar la atención no sólo de lectores y amigos, sino también de autores y editores. A los clientes les queremos decir que no se asusten si ven libros físicos, ¡que sí!, que nos hemos embarcado en el proyecto y que Lektu sirve como intermediaria en el proceso. Y a los autores y editores, aunque ya les hemos informado por otra vías, nos encanta comunicarles que las pruebas están siendo un éxito y que próximamente todos podrán subir sus libros físicos al catálogo de venta si así lo desean. Lo habitual será que cada autor o editor venda sus propios libros, aunque el sistema está diseñado para que se puedan hacer muchas más cosas.

¿Qué efecto os causa este giro argumental? ¿Habrá que añadirle otro adjetivo a nuestra seña de identidad? Lektu. Cultura digital, ¿y analógica?

Lali Rico